POLITICA

¿Qué tienes que perder?

Hay miedo en toda la sociedad mexicana, en todas las clases y sin excepción de ideología o clase; en todos los estratos sociales hay temor por el futuro.

Los altos mandos políticos temen de lo que pudiera hacer el pueblo si realmente obtuviera una visión de la completa falta de escrúpulos con la que es tratado y estos, por consiguiente, encontraran forma de ejercer la justicia mediante el poder de las instituciones: el embargo de bienes, la perdida de contratos, la pérdida de territorio personalmente adjudicado, congelación de cuentas bancarias y embargo de riquezas más grandes de lo que pudiéramos imaginar, o por otra parte el pueblo encontrara la justicia violenta, revelándose a las instituciones y encontrando el camino a la histórica revolución social.

Los grandes ricos y empresarios nacionales e internacionales temen, de la mano de los políticos, que ese 98% de la población encuentre en su manipulación mediática, en su sobre explotación laboral, en su fétido estratagema corporativo un hecho que merezca ser abolido y destruido, que encuentren «ilógica» la cadena de suministro que el usuario final tiene que pagar: transporte, envasado y envase, explotación de mantos acuíferos, gasolinas, etiquetado, comisión de vendedor, utilidad e impuestos por algo que es un derecho universal como el agua, algo a lo que todos deberíamos tener acceso gratuito, pero que se ha vuelto uno de los negocios más lucrativos del país (si, el agua embotellada, coca cola y Netflix, ¿Qué tienen en común? México es su principal consumidor a nivel mundial)

En los años noventa era un chiste el hecho de que el corporativismo quisiera llegar al punto de cobrar porciones de aire, hoy en pleno año 2018 lo veo como una realidad y los ejemplos sobran.

La clase media alta teme, porque así lo demuestran con su opinión, con su segregación, con su voto y con sus múltiples formas de siempre encontrar en el sistema actual una razón por no cambiar el status quo que prevalece: simple explotación de la tierra y el trabajo, ellos mismos explotados y explotando a otros, en un ciclo de largas jornadas de duro trabajo sobre el que argumentan es la base del éxito. Esto es bastante real si tomamos en cuenta que del esfuerzo y la dedicación nacen grandes empresas y se cosechan fortunas pero la riqueza no se construye trabajando de sol a sol, se construye explotando a alguien más (o a muchos más) para que trabaje de sol a sol y esa es la única realidad del sistema económico actual.

La clase media a secas y la media baja teme porque tienen un panorama gris de vida futura: desconocen si podrán mantener su estilo de vida, desconocen si podrán terminar de pagar su casa y en muchos casos sueñan con el simple hecho de adquirirla, más allá de una simple planeación o sistema de ahorro, su fuente de ingresos es en la mayoría de los casos temporal o inestable, con trabajos que limitan al máximo las prestaciones sociales o que en muchos casos ni siquiera existen. En este espacio no hay una forma de «retiro digno», no hay ahorro para el futuro porque se vive al día, no hay inversión ni prestaciones adicionales y la mayoría de estas personas tendrán que trabajar en su vejez porque no existió la forma de que obtuvieran una «jubilación» a pesar de haber trabajado 50 años.

Si la clase media y media baja no tienen garantías para mantener una vida digna, tenemos que imaginar cómo pueden subsistir las clases pobre y la pobreza extrema. ¿Los pobres tienen miedo de perder algo? ¿tienen miedo de una guerra? ¿Qué puede temer aquel que no tiene nada que perder? Temen a lo desconocido. Si algo conocen es la cara de los que siempre han sido sus verdugos y siempre les han aventado las migajas, aquellos que los visitan cada 3 o 6 años con mayores sonrisas y nuevas promesas, aquellos que les dan lo necesario para pasar unas semanas o un invierno: despensas, sarapes, techo de lámina para el verano o incluso un par de centavos para sobrevivir un par de meses, a ellos si los conocen y que mejor que el clásico lema: más vale malo por conocido que bueno por conocer.

El miedo es racional, es lógico y su existencia es la base de la nuestra. Nos mantiene alertas, nos ayuda a reaccionar con mayor rapidez en caso de peligro, fomenta nuestra creatividad y ha sido el gran aliado de la tecnología.

Hay miedos que debemos vencer desde pequeños, como el miedo a la oscuridad, hay otros que debemos siempre tener en cuenta y que nos ayudan a ser mejores personas, como el miedo a la muerte, pero cuando vemos el futuro político y económico de nuestro país, nos invade un terror justificado: el panorama es confuso y no hay un camino que nos asegure estabilidad, progreso y por lo menos un poco de decencia.

¿Qué tienes tu que perder? O la otra gran pregunta ¿Por qué debes cambiar si no te va tan mal y todo lo has ganado a base de tu esfuerzo personal?

La respuesta es simple: si eres parte de los dos primeros círculos sociales (político o empresario) y realmente deseas un cambio en la forma de gobierno actual, entonces perteneces a una alteración espacio-tiempo y esta no es tu dimensión.

Si estas en las otras dos esferas sociales y afortunadamente tienes un patrimonio decente que te fue heredado o que has alcanzado por puro esfuerzo propio, entonces te pregunto: ¿te imaginas que podrías lograr tu o podrían lograr tus hijos con un gobierno eficiente, incluyente y que te pudiera permitir no pensar en otra cosa más que en crecer? Imagina que no pagaras casi la mitad de tu gasto en gasolina (impuestos) y eso lo destinaras a un fondo de ahorro para una mejor universidad para tus hijos, o que esa cantidad que pagas en agua purificada (más de mil pesos al mes) lo destinaras a pagar parte de tu casa o lo ahorraras para un nuevo negocio.

El ahorro por no pagar impuestos no es lo único en lo que podrías ahorrar (IVA, todos los diferentes IEPS, ISR, etc.) si no que imagina que los servicios para los que se supone que pagamos estos impuestos, en verdad fueran funcionales:

  • Un servicio de salud de primer mundo, con especialistas en todas las regiones, equipo de primera y personal que no te vea con cara de que esta oliendo la ranchería y que fuera un servicio universal, tan bueno que los mismos políticos, empresarios, artistas y demás usaran en común con todos los mexicanos.
  • Imagina que la luz fuera generada en su mayoría por energías renovables y que tus hijos no tengan que preocuparse por contaminación o precios de las gasolinas, la luz o el gas.
  • Imagina que las carreteras del país fueran todas públicas (como establece la constitución con el libre tránsito) y de la mejor calidad, manteniendo una infraestructura eficiente y que destaca el trabajo y capacidad de los mejores ingenieros mexicanos (y no trabajo a medias y con la peor calidad y planeación).
  • Imagina SEGURIDAD 24/7, salir sin miedo no importar si eres hombre o mujer de cualquier edad, preferencia sexual o religiosa, imagina sentirte seguro dentro de tu coche en un alto en una colonia que no conoces, imagina subirte al trasporte público a la 1 am con tus amigos o familiares y saber que vas a llegar sano y salvo a tu destino. ¿Este tema de seguridad te suena? Es difícil como mexicano conocer a alguien a quien aún no han asaltado, ¿crees que la inseguridad es un tema de sociedad más que de gobierno? Entonces no sabes para que sirve un gobierno.
  • Imagina que se invierte realmente en EDUCACION y que nuestras escuelas públicas (desde guarderías hasta las máximas casas de estudio) fueran reguladas por el mejor personal, con carreras dignas en pedagogía y con títulos y capacitaciones nacionales y extranjeros, verdaderos maestros con salarios más que dignos y que fomentaran la continuidad de la educación y de la investigación, como lo hacen pocos desafortunadamente. ¿acaso tu no estudiaste en una escuela privada? Es posible que alguna de tus escuelas fuera privada si no es que todas. Y probablemente tu escuela pública funciono como «privada» a base de cuotas y eventos de paga obligatorios, sin contar con la precariedad de sus funciones generales.

 

Porque cuando hablamos de que todos los servicios que deberían ser públicos se han vuelto NEGOCIOS millonarios en donde los involucrados no les interesa el bienestar social si no la conveniencia económica personal. ¿eso es de lo que tienes miedo? ¿De no mantener tus utilidades? ¿Te da miedo perder tu estatus dentro del partido y no contener por una diputación? ¿Tienes miedo de que tus impuestos vayan hacia personas que no trabajan? ¿A dónde van tus impuestos ahora? ¿Tienes miedo de no poder salir a correr por tu colonia con tu perro después de las elecciones o tienes miedo de salir mañana? ¿Tienes miedo de que tu jefe te corra por no participar en los mítines de su partido? ¿Tienes miedo de que te quiten el apoyo mensual que te dan por estar inscrito en programas sociales? ¿Cuánto es? ¿Cuál es el precio del bienestar social general? Y la más importante de todas ¿vale más tu beneficio personal que el beneficio de toda tu sociedad?

Todos los servicios se han privatizado de una forma gradual, pagamos todos porque preferimos el servicio privado al público, estrategia comercial en alianza con la dirigencia política (si los servicios son escasos y pésima calidad el consumidor final buscara mejores opciones). Puebla es referente de la educación universitaria privada, habiendo más de 70 universidades privadas vs 2 universidades públicas en la capital. Sin contar desde guarderías hasta colegios de posgrado privados, a nivel nacional rebaza por mucho a la educación pública.

¿Qué pasa con aquellos que no pueden pagar la educación privada? Se vuelven consumidores del estado, expectantes de los resultados de promesas de campaña y programas sociales. Y esto pasa no solo con la educación ¿cuántos no preferimos una consulta rápida con un médico particular a tener que hacer largas filas y perder todo el día en alguna entidad pública de salud?.

El agua en puebla ya es de carácter privado mediante la correcta legislación de su uso y cobro, poniendo en serios aprietos a grandes consorcios, plazas privadas y hasta universidades en requerimiento de cuentas millonarias. Ahora toma en cuenta que somos el país numero 1 consumidor de agua embotellada, teniendo grandes reservas de agua dulce somos presa de la mejor estrategia consumista a nivel mundial: te venden más botellas de agua al año que a ningún otro ser humano sobre la tierra y aun así sigues teniendo dudas sobre cómo es que te afecta a ti el hecho de que el gobierno siga regocijándose en corrupción.

Todos los servicios públicos deben ser de primer mundo: el agua potable disponible, luz eficiente y energías renovables, servicios de salud y educación con profesionales del área bajo excelentes salarios, infraestructura y vivienda como debe ser, no es un sueño, países desarrollador lo han logrado (Holanda, Alemania, Dinamarca, Islandia por nombrar algunos) sus índices delictivos bajan mientras sus índices de desarrollo crecen, las políticas públicas funcionan y funcionan bien si son bien aplicadas y correctamente vigiladas.

Ejemplos de crecimiento social en Latinoamérica son Uruguay y sus correctas políticas proteccionistas de la explotación minera, sobre la cual ha mantenido sus empleos y ha incrementado sus exportaciones, así como ha sostenido un crecimiento en la inversión de la educación universitaria durante el último lustro.

A mí en lo personal no me importaría pagar más impuestos si no tuviera que desembolsar más dinero en servicios privados, la lógica matemática.

Imagina jubilarte, así de simple, sin más, ya que en México eliminaron el sistema de jubilación y pensiones y solamente lo que ahorres de ahora en adelante será tu patrimonio y tu solvencia en la vejez.

No es un sueño, es posible lograr este cambio pero no es posible si todavía crees que la única forma de lograrlo es manteniéndote callado y trabajar todos los días hasta el cansancio, eso hacen los esclavos contentos con el sistema: siempre ven lo bueno de su amo al permitirles tener un lugar para vivir a cambio de su vida.

Las grandes naciones no lograron grandes cambios sociales a través del silencio. La revolución francesa no fue el claro ejemplo de éxito de aquellos que critican las marchas y los plantones (aquellas con fundamentos reales en busca del beneficio social).

Muchos de los países que ahora tienes grandes beneficios sociales mantuvieron durante décadas luchas en las calles y manifestaciones por los derechos. Los grandes logros sociales de las mujeres en el Reino Unido gracias a sus manifestaciones feministas. Los logros sociales de la comunidad afroamericana en EUA mediante demandas y un claro ejemplo con «la marcha del millón de hombres», una lucha que aun hoy continua.

En España y Portugal se dieron grandes manifestaciones contra los recortes que se pretendían establecer durante la crisis del 2012 de la unión europea y aun hoy en día Grecia sigue manteniendo renuencia de gran parte de esta legislación. Francia se opuso rotundamente a las modificaciones del cambio en el contrato social (2017) bloqueando calles y en Noruega echaron a un político corrupto a un bote de basura el mismo año. China, caso aparte, mantiene una política cruda al sostener la pena de muerte a políticos corruptos… algo que en circunstancias extremas no suena tan descabellado.

México tiene una gran enfermedad llamada apatía política y no, no es que se piense que papa gobierno nos va a salvar a todos o que va a llegar el gran caudillo perdido en la revolución, guiado en su mano derecha por Zapata y por la mano izquierda por Porfirio Díaz o al revés, pero ni Lopez Obrador ni ningún otro candidato (o presidente electo) será capaz de defraudar a un pueblo enardecido, a un pueblo unido por un simple ideal real: jubilación universal, seguridad e instituciones sociales capaces, decentes, integras y que generen crecimiento y satisfacción. «justicia» No es un sueño, es una clausula inamovible e inalterable para nuestra próxima facción de gobierno.

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